—¿Sabes de que tengo ganas? —Preguntó Fumi al mirarla de reojo unos segundos antes de volver a la
carretera.
—¿De hacer cosas sucias conmigo mientras estas conduciendo? —Riéndose añadió —Estás loca Fumi, pero me encanta cuando te
pones así —La burla en la voz de Ichie hizo fruncir el ceño a la rubia que además se sonrojó ante la idea. Ichie colocó una mano en una de las piernas de Fumi y esta ruborizándose aún más
le habló.
—Iba a decirte que te calles, pero como sé que no lo vas a hacer, al menos baja el volumen, o me terminarás haciendo
atarte y tirarte allá atrás — le dijo señalándole detrás suyo con el pulgar. Llevaba el ceño fruncido y el rostro ruborizado. La mano de Ichie empezó a moverse y ponerla nerviosa, pensando en lo
peligroso que era eso la apartó.
La sonrisa de Ichie se ensanchó mientras le decía —Te estás poniendo agresiva, me gusta. Aunque no pensé que fueras capaz
de hacer esas cosas en el auto de mi padre.
—Es peligroso, es ilegal y es inmoral —Fumi trataba de concentrarse en la vía mientras llevaba la cabeza llena de
imágenes mentales sobre ello, irritada por eso añadió —Trata de ser responsable una vez en tu vida.
Su acompañante estuvo en silencio durante unos minutos, lo que hizo a la rubia pensar que tal vez se había pasado, hasta
que, una vez entraron a un área rodeada de arboles que daban a la orilla de la calle en una especie de bosque, Ichie rompió el silencio.
—Tengo ganas, ¿Puedes orillarte? —Mantuvo su rostro sereno mientras miraba a Fumi directamente.
La rubia se empezó a sentir inquieta ante sus ojos mientras orillaba el carro, pensaba que posiblemente quería ir a
orinar, entonces Ichie se empezó a reír una vez se detuvieron y le dijo acercándose a ella —Nunca te dije de qué tengo ganas.
Fumi la miró nerviosa y le preguntó —¿De que tienes ganas?
Con una sonrisa ladeada Ichie le respondió, mientras acariciaba sus piernas —De ti.
Tragando pesado le dijo —Vamos a llegar mañana a este paso.
La peli-lavanda llevando una de sus manos a una de las que Fumi tenia en el volante y esa a sus piernas soltó —No
creo que a nadie le vaya a molestar si nos atrasamos un poco resolviendo problemas técnicos en el camino — acariciándose con la mano de la rubia dejó escapar un suspiro.
Fumi tenia una guerra interna entre el bien y el mal, hasta que Ichie suspiró y ella solo pudo ceder comenzando a
acariciarla debajo de la falda preguntándole —¿Dónde está la emergencia en esto?
Sonrojándose a más no poder Ichie movió su torso hasta llegar a su rostro, cosa que Fumi notó, acercándose también para
comenzar a besarla sin detener su mano. La más baja le respondió —Esta es la emergencia — al escuchar su voz excitada Fumi supo que su cordura la había abandonado.
Bajando con sus besos llegó a su cuello, y comenzó a lamerlo, la de cabellos lavanda gemía suavemente, de alguna
forma ese momento le parecía más excitante que ningún otro en su vida. Y los dedos de Fumi sabían como encenderla.
La rubia jugaba con las bragas de Ichie, cosa que la estaba enloqueciendo, y le susurró al oído cuando
decidió detener los besos —No vas a quedarte quieta hasta que te haya complacido, ¿No?
Pequeños suspiros escapaban de Ichie mientras sentía su entrepierna humedecerse y los dedos de Fumi jugar con ella,
cerrando sus ojos le susurró —Deja de... Jugar... Humm
—Es extraño que tu pidas eso —riéndose suavemente le empezó a lamer el lóbulo de su oreja, haciendo a Ichie gemir más
alto, ya que llevaban los vidrios abajo, le dijo en un susurro —Trata de guardar silencio, no queremos que nos descubran.
Arqueando su espalda suavemente contra su asiento le respondió entre gemidos —Ahhh deja de humm jugar ahh así... Por
favor...
Excitada por todo el escenario en el que estaban y lo que hacían, Fumi movió las bragas de Ichie a un lado y empezó a
acariciar su centro con suavidad, haciendo a su acompañante mover sus caderas a su ritmo contra sus dedos.
La velocidad aumentó, Fumi se preguntó a sí misma qué tan rápido se había humedecido Ichie para estar tan mojada, con una
sonrisa le preguntó —¿Puedo?
Con un hilo de voz le respondió entre gemidos — Ahhh hazlo... Fumi... —La rubia introdujo dos dedos dentro de Ichie y
comenzó a penetrarla mientras intentaba acariciar su clítoris con la palma de su mano. Le fascinaba verla tan excitada, gimiendo bajo su poder, había extrañado todas esas cosas de Ichie aquel año
que estuvo sin ella.
Moviéndose aún más contra su mano Ichie gemía ahora mordiéndose los labios y el dorso de una mano, no quería que las
descubrieran. Fumi al verla hacer eso decidió besarla, jugando con su lengua entre la suya, mientras la acariciaba con más fuerza y rapidez.
Ichie empezó a arquearse en el asiento con más rudeza, sentía el calor invadirla completamente, de pronto sintió como no
podía más y rompiendo el beso le dijo —Ahhh Fumi, sí, así... — Arqueándose con fuerza empezó a gemir casi a gritos. La rubia deduciendo que estaba alcanzando el orgasmo movió su mano más
rápido.
Se arqueó, gritó y entre la excitación colocó una de sus manos en el brazo de Fumi arañándola con tal fuerza al punto de
hacerla sangrar —Ahhhhhhh Humm ahhh —Cayendo rendida sobre su asiento con los ojos cerrados Ichie respiraba agitada con la frente sudada.
—Me encanta verte así —La rubia la miraba con una sonrisa sintiéndose satisfecha.
—Sabes que esto no se ha acabado... Solo detuviste emergencia, pero no has resuelto el problema —Ichie la miraba a las
piernas y Fumi sabía de que hablaba, pero sabía que si lo hacían no sería capaz de continuar manejando por el agotamiento, así que prefería resistir un par de horas más.
Fumi le sonrió desde su asiento al dejarse caer contra el respaldar del mismo y le preguntó —Lo sé, en Kioto resolveremos
eso, aún así ¿Que tal estuvo?
Apenas pudiendo hablar entre la agitación le respondió —Sería una ingrata si me quejara, creo que deberíamos hacer estás
cosas ilegales más seguido —Ichie tomó la mano de Fumi de entre sus piernas, una vez ella sacó sus dedos, y los llevó húmedos a sus labios, lamiéndolos.
El rubor en el rostro de la rubia se acrecentó y le dijo —Fue rápido, pero supongo que estuvo bien. Igual... Tampoco me
molestaría... — Pronto se reprendería a sí misma por decir algo como eso, pero sabía que no era del todo mentira. Una vez Ichie dejó de lamer sus dedos, se acercó a sus labios y le dió un beso
mientras acariciaba su rostro —Te amo.
Sonrojándose y sonriéndole Ichie le respondió —Y yo a ti, como no tienes idea.
Mirando su brazo rompiendo el momento Fumi le dijo alzando una ceja —Parece que estabas emocionada
eh.
Buscando alcohol y una vendita en el carro Ichie le respondió riéndose nerviosa —Solo estaba algo fuera de control.
Lo siento.
Riéndose la rubia la ayudó a buscar, pensando en qué clase de excusa le daría a las chicas si le llegaban a preguntar por
eso.
