Su mente viajó de golpe a sus recuerdos más atesorados sobre como pasó de ser una chica algo tímida con pánico escénico a viajar por Japón grabando constantemente en películas, series y hasta prestar su voz para dar vida a personajes...
La tarde siguiente, en otro lugar de Tokio, en la residencia de los Otonashi se encontraba una chica de ojos dorados acostada en el sofá de la casa aburrida, ni siquiera el televisor lograba distraerla...
Estaba cansada caminando de regreso a su departamento. Había ido a unas tres audiciones ese día. Se sentía agotada, agobiada, en los últimos meses había estado viviendo de lo que lograba ganar en el café donde trabajaba a medio tiempo...