Mahiru estaba sentada sobre el sofá de la sala de descanso, de
los dormitorios, con una bolsa de frituras en mano y un vaso de limonada en la otra mirando directamente hacia la pantalla del televisor. Tenía puesta su camiseta del equipo de béisbol al que le
iba y la televisión a todo volumen, pero su paz se vio interrumpida al escuchar la voz de alguien detrás suyo.
— ¡Mahiru-Chan! — Entró Karen
efusivamente junto a Hikari, quien con su habitual serenidad, la miró curiosa—. ¿Qué haces? — Le preguntó al
verla sentada al borde del sofá con la mirada fija en la pantalla. Convivían con ella ya hace tiempo, conocían su gusto por el béisbol, pero jamás pensaron verla tan pegada al televisor. Ni
mucho menos ataviada con un suéter, donde se apreciaba en la espalda el número 11 y, debajo con mayúsculas, su apellido. Más grande fue su sorpresa al notar el desorden que había
alrededor.
— ¿Qué no ves que es béisbol? — Le respondió un tanto molesta,
la pregunta estaba de más, con solo mirar la pantalla se podía dar cuenta.
—¿Béisbol o Sóftbol? — Le volvió a preguntar, pero esta vez en
burla, a Mahiru no le gustaba mucho el sóftbol, sentía que le quitaba ciertos aspectos de la pasión que dominaba el béisbol, por eso mismo le llamaban bola suave.
—¡Es béisbol! —Le contestó con una sonrisa, se volteó a mirarla
lanzándole una papa que saco de entre sus frituras.
— Baseball— Repitió Hikari en voz alta y en inglés, haciendo a sus acompañantes voltear a verla,
notando lo concentrada que estaba en el partido.
— No sabía que te gustara el béisbol, Hikari-Chan — Le comentó a
la vez que se sentaba junto a Mahiru en el sofá y tomaba un paquete de frituras, empezando a comer.
— Me trae recuerdos de Inglaterra — Le contestó con un acento
inglés —. Supongo que es normal con todos los años que viví allá— Le dijo con una sonrisa.
— ¡¡Hikari-Chan!!, ¿Fuiste a un partido en Inglaterra?
—Interrogó Karen, sin importarle estar acabando con la paciencia de Mahiru quién intentaba ver el partido tranquilamente.
— Sí, bueno. En Inglaterra, es de alguna forma esencial ir a
alguno si quieres adaptarte un poco a su cultura, me refiero a que forman parte de la historia del baseball — Hikari se dio cuenta de que a Mahiru no le estaba haciendo gracia que estuvieran
hablando tanto cuando ella quería disfrutar de su partido, por lo cual ella decidió cortar la conversación con Karen antes de que siguiera haciendo preguntas—. Y dime, Mahiru, ¿Quiénes están
jugando?
— Es Japón contra Francia, en el clásico mundial de béisbol. No
lleva mucho de haber empezado, apenas van en la primera entrada.
— Oh, en el primer inning— Hikari se sentó junto a Karen
concentrándose en el partido a la vez que aceptaba las papas que ella le ofrecía. Intentaría mantener a su acompañante lo más callada posible, conocía lo habladora que era Karen y estaba segura
de que a Mahiru no le gustaría mucho si le estuvieran molestando durante todo el tiempo, además, le había interesado el partido.
— ¿Karen despierta a estas horas de la mañana? ¿No estoy soñando
Nana? —Entraron Nana junto a Junna a la sala, esta última venía tomada del brazo de su acompañante y se encontró bastante sorprendida al ver alguien despierto antes que ellas, quienes eran las
que usualmente se levantaban antes que todos, lo más peculiar fue el hecho de que fueran exactamente ellas tres las que estuvieran en la sala.
— No lo creo, Junna-Chan, definitivamente son Karen-Chan,
Mahiru-Chan y Hikari-Chan, creo que lo que más me sorprende es el desorden— Dijo Nana mirando el entorno en el que se encontraban, era un total desastre.
Más grande fue la sorpresa al darse cuenta que ninguna de las
chicas había reparado en su presencia, Junna estaba intentando ver qué era lo que les robaba tanto la atención. Nana estaba preguntándole qué estaría bien para el desayuno, hasta que Karen
levantó la voz.
— Buenos días Banana, buenos días Jun-Jun.
— Karen— Susurró por lo bajo Hikari intentando silenciarla antes
de levantar una mano en forma de saludo.
— Buen día, Karen, Kagura-San y Tsuyuzaki-San— Saludó Junna para
volver a hablar sobre el desayuno con Nana, quién solo les sonrió a las demás chicas de la sala en modo de saludo antes de irse a la cocina.
— ¿Qué están viendo? —Interrogó Junna a la vez que se acercaba
al sofá intentando entender que hacían. Antes de que pudiera Karen responder, sorpresivamente Mahiru se levantó del sofá gritándole a la pantalla
— ¡Es trampa!, ¡Estaba en base!
— No era Out. —Apoyaba Hikari dándole la razón, frunciendo el ceño al ver los resultados.
Karen tomó la palabra para contestar a Junna quién ya había
comprendido lo que estaba sucediendo — Es Japón contra Francia, en el clásico mundial de béisbol—Repitió lo que había dicho Mahiru antes de que ellas llegaran.
— Béisbol— Repitió antes de sentarse en el sofá más próximo
intentando hallarle lógica al juego, lo que la llevó a terminar creando una estrategia mental de como ella lo ganaría.
El teléfono de Mahiru comenzó a sonar en su bolsillo,
sorprendiéndolas a todas que estaban ensimismadas en la pantalla, contestó sin leer el nombre y solo pudo escuchar del otro lado una voz conocida que le gritaba animada:
— ¡¡Mahiru-Chan!! ¿Estás viendo eso? Dime que no soy la única
que siente que el Ampáyer esta de su lado.
— ¡Suzu-Chan! No te preocupes Hikari-Chan y yo concordamos
contigo, ¡Esa base era nuestra! — Era una de sus amigas de Seiran, todas la conocieron en el programa de intercambio, además de que era amiga de Mahiru años antes de entrar a Seishou. Mahiru y
Suzu se enfrascaron en una conversación sobre el rumbo que estaba llevando el juego y todas podían notar la pasión con la que ella hablaba sobre ello.
— ¡Chicas, preparé el desayuno! —Junna logró escuchar a Nana
sobre el ruido que había empezado a formar Karen intentando participar en la conversación de Mahiru y Suzu. Lo cierto es que Mahiru era quién menos ruido hacía, pero una vez que cedió ante Karen,
que estaba pidiéndole que colocara el altavoz; Suzu con su característica emotividad y Karen con su personalidad extrovertida convirtieron la sala en un caos. No molestaban en lo absoluto a
Hikari porque estaba acostumbrada a lo ruidosa que es Karen, pero definitivamente Junna se estaba comenzando a impacientar.
— ¡Nana! Necesito preguntarte algo—Junna se le
acercó para compartir su idea desarrollada en lo poco que había visto del partido y lo difícil que se le había hecho concentrarse —. Mira, Japón va ganando estamos en la tercera entrada, pero
solo llevamos tres carreras y Francia tiene dos, por lo cual no pude evitar encontrarme pensando en una estrategia. Y en vista de que ellos están bateando, podríamos dejar que obtengan una base y
de esta forma el lanzador podría hacer un lanzamiento que termine por hacer al bateador lanzarla en línea recta hacia sí, dejarla pasar al de segunda base, que este la tome, haga un out y de
inmediato la lance al de primera, terminando con dos posibles carreras de Francia. ¿Qué te parece?
— Junna-Chan, es una excelente idea, es maravilloso que
iniciando el día y ya tengas la mente tan audaz—Le respondió con una pequeña risa — Creo que eso que acabas de mencionar tiene un nombre en el béisbol, sin embargo, ahora mismo no puedo
recordarlo bien.
Hikari que estaba oyendo la plática en medio del ruido que tenía
Karen, se les acerco e introdujo en la conversación:
— Es lo que conozco como Double Play, hacer dos outs en una sola jugada.
— Oh, ¿Tienes conocimientos sobre el béisbol Kagura-San? — Junna
jamás esperó que Hikari supiera algo sobre el deporte, incluso Nana se encontraba sorprendida. Junna aprovechó el momento para compartir ideas con Hikari quien le explicó que fue a varios
partidos mientras estaba en Londres, se enfrascaron en una conversación en la que Junna le comentaba a Hikari las estrategias que pensaba viendo el avance de las jugadas y ella le decía los
nombres de las mismas. Nana trajo la comida hasta la mesa frente a la TV y todas comenzaron a comer el desayuno, como siempre, majestuoso. Hecho por Daiba-San.
— ¡Hey! ¡¿Vamos ganando?! — Entró Futaba corriendo a la sala y
en su espalda traía a Kaoruko, la dejó en el suelo antes de irse junto a las demás que estaban en el sofá.
Kaoruko se sorprendió bastante al ver a Hikari junto a Junna y Nana conversar sobre las
jugadas, no entendía nada y Futaba tampoco le había dicho porque llevaba tanto apuro. — ¿Qué está pasando aquí?
— Es Japón contra Francia, en el clásico mundial
de béisbol— Repitió esta vez Nana, que realmente hasta el momento solo daba uno que otro comentario, Hikari y Junna mantenían la mayor parte de la conversación. Esa respuesta de Nana sólo provoco
que Kaoruko buscara con la mirada a la única pareja que hacía falta en el lugar, se le hizo extraño que la francesa no estuviera en esa habitación en esos momentos. Lo que la dejó en silencio
pensando mientras se quedaba junto a Nana viendo al otro par de chicas enfrascadas en su cruce de ideas. Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando vio entrar a cierta castaña de aspecto
elegante, Tendo-San, se veía tan serena como siempre o eso pensó Kaoruko hasta que notó la sorpresa en su mirada para comenzar a analizar el momento y terminar buscando a cierta rubia. Kaoruko no
pudo evitar reír ligeramente al ver a Maya buscando a Claudine.
— Buenos días— Saludó Maya al entrar por la puerta, a pesar de
su serenidad habitual se podía notar que había estado en movimiento desde temprano.
Al escuchar a Maya, el silencio se hizo presente unos segundos
hasta que se oyó el grito se Suzu del otro lado de la línea. —Buenos días Tendo-San—. Seguido por el de Karen y luego de las demás chicas.
Antes de que Maya pudiera decir nada Futaba le dijo levantando
la voz sobre el ruido — ¡Es Japón contra Francia, en el clásico mundial de béisbol! Estamos ya en el sexto ining— Maya solo pudo asentir antes de acercarse a la mesa donde estaba la comida y
acomodarse en uno de los sofás a ver el partido, no era muy fanática pero no perdería nada viéndolo, después de todo el Béisbol era el deporte más amado en su país.
Claudine llegó a la sala, a base del ruido que
había escuchado. A un kilómetro se podían oír las voces de sus amigas gritando, lo que no lograba distinguir era lo que gritaban. Al entrar, el panorama era totalmente
inesperado, asumiendo que eran aún las 8:00 AM, no dejaba de ser sorpresivo ver a Karen despierta, al igual que a Kaoruko enérgica, Mahiru gritando, Hikari hablando más de lo normal y con Junna. — Bonjour—Saludó, ganando la atención de todas las presentes, antes de que Kaoruko se
decidiera a hablar.
— Ara Ara, llegó la más esperada— Kaoruko no pudo evitar soltar
una risilla, le gustaba bastante crear discordia.
— ¿Claudine, tuvo que ser justo hoy? —Preguntó
Nana risueña refiriéndose al suéter con el dibujo de la torre Eiffel que había decidido vestir Claudine ese día.
Claudine aún no entendía nada, entonces cruzó
miradas con Maya. Nunca esperó verla ahí sentada hablando con Futaba sobre béisbol —¡TENDO MAYA! — La aludida
solo sonrió un poco, Claudine percibió un poco de tensión en su mirada, antes de que se señalara su propia vestimenta, haciendo a la rubia comprender rápidamente. Justo cuando iba a decir algo
pudo escuchar Mahiru gritarle a la Pantalla.
— ¡Era Out! ¡¿Suzu-Chan puedes creer eso?!, ¡Francia nos acaba
de anotar una carrera injusta! —. Mahiru se oía realmente enojada, incluso Karen tomó un poco de distancia, tal vez, temiendo que se saliera de control.
— ¡Francia no nos va a ganar, ni con ayuda del Ampáyer serían
capaces de ganarnos! —Gritaba Suzu del otro lado de la línea. Habían pasado de una llamada a una video llamada, por insistencia de Karen y la propia Suzu.
Toda la atención estaba sobre ese par, que parecían no darse
cuenta que Claudine había llegado.
A la mitad francesa no le tomó más que mirar la
televisión para comprender que era un partido de baseball y que jugaban Francia contra Japón, en otro momento no le había importado ni un poco, si no fuera porque todas parecían realmente
apasionadas por el juego, así que como buena fanática francesa, iba a defender sus colores. —¡No vamos a perder! ¡Nosotros les vamos a dar una paliza a ustedes! — Gritó para que se
oyera sobre el volumen de la T.V y fue corriendo a su habitación a buscar su camiseta del equipo, la obtuvo en un viaje a Francia, su madre se la había dado como regalo, porque decía que
francesita debía llevar a Francia consigo a todos lados, realmente nunca la usaba, pero era bueno al menos tenerla en estos momentos. Al regresar al sofá donde seguían ellas se sentó y empezó a ver el partido, en unos minutos
Japón hizo una carrera.
Futaba se estaba levantando de su asiento haciendo que las
frituras volaran y empezó a gritar orgullosa de su equipo, ciertamente se hizo un coro de celebraciones, pero ella junto a Suzu y Karen eran más las eufóricas —¡¡¡Siiiii!!! ¡Hicimos una carrera!,
¿Que decían los franceses? ¿Quién va ganando!, ¡10 a 9 Señores y señoras! — Riendo se volvió a sentar y tomó otro vaso de limonada. La suya había caído al suelo, en realidad solo la tomaba en la
mano porque no le gustaba lo amargo del limón, uno que otro sorbo le daba, las demás si la bebían.
Como buena hincha la miró con el ceño fruncido y
negó que la carrera fuera bien ganada. —Estaba fuera de base cuando el de primera lo tocó, el ampáyer está ciego, lo más posible es
que sea asiático, ya verás cómo empatamos y les ganamos—. Le estaba emocionando el partido, lastimosamente iba perdiendo, pero tenía esperanzas de que no fuera así siempre.
— Patrañas fue una anotación justa, no todos los días se golpea
la pelota con esa fuerza— Contrarrestó Futaba. No importaba lo que ella dijera no le quitaba la sonrisa del rostro estaba demasiado alegre nunca entendía porque le emocionaba tanto pero no le
importaba de todas formas le gustaba estar alegre.
Los jugadores del equipo francés se pasaban la bola a la vez que
los japoneses corrían buscando robarse dos bases, de un momento a otro los franceses estaban frente a la primera base, corredores japoneses daban el todo para conseguir llegar a segunda y tercera
pero los Europeos no dejaban oportunidad, el lanzador francés que portaba la camiseta N°10 recibió la bola del primera base N°18 quién dio un lanzamiento preciso colocándosela en las manos, el
N°13 de Japón hizo lo posible para no dejarse alcanzar, pero no lo suficiente. Francia logró hacer un out en tercera base, logrando quitarle punto al equipo rival, haciendo el tercer out del
noveno inning, y que cierta francesa e inglesa celebraran frente a quienes minutos antes saltaban de alegría frente a ellas.
— ¡Siii!¡Siii! ¡¿Qué les dije?! ¡Los íbamos a empatar! ¡Los
Europeos juegan mejor al béisbol! Espera, espera, tengo algo que decir... ¡Japón no va a ganar, ni con ayuda del ampáyer! — Estaba saltando y gritando de alegría cosa que solo hizo a Maya fruncir
el ceño y resistirse una risa al verla besar la insignia que traía su suéter, se veía bastante ridícula hondeando una pequeña bandera de la unión europea junto a Hikari.
Pero como buena perdedora Maya guardaría silencio.
Lastimosamente ella no era buena perdedora, jamás nadie le ganaba en nada, no tan fácilmente.
— No sé qué celebras tanto si el marcador va 10 a 9 y así de
fácil como hemos evitado que nos alcancen les podemos hacer tres outs— Estaba mirándola con una sonrisa bastante burlona por lo cual se sentó nuevamente y le quitó la mirada.
— No me puedes dejar disfrutar, ¿No? — Estaba intentando parecer
molesta, en realidad estaba tragándose su risa por la jugada que acaban de presenciar y sintiéndose nervioso, porque el equipo al que le iba Maya pudiera hacerle algún out que alejara a su equipo
aun más del empate en algún momento de descuido o en que los franceses estuvieran vulnerables, rápidamente le quitó la mirada de encima y volteó a ver la pantalla.
— No, no podía— Le contestó con una sonrisa a la vez que miraba
el televisor con emoción oculta. Los franceses estaban por golpear la pelota, pero este se mantenía en manos del lanzador y eso le estaba poniendo aún más nerviosa, no quería que su equipo
perdiera.
Viendo cómo la pelota daba vueltas en medio del campo de juego
cambiando de manos en cada lanzamiento, decidió presumir un poco su suerte.
— ¿No lo notaste? Cuando me puse la camiseta hicieron doble
play, debí habérmela puesto antes— Le decía a Hikari con una risa. La pelinegra se le había unido al equipo francés, como buena europea que se consideraba.
— ¿Sí notaste que se hizo una carrera cuando te
colocaste la camiseta de Francia? Recuerdas que fue Japón, ¿No? No creo que debas estar orgullosa de la mala suerte que te traes—. Maya no perdía la
oportunidad de reírse de Claudine, no cuando intentaba parecer superior ante ella, pero no pudo verla con el ceño fruncido porque los comentaristas empezaron a alzar la voz muy emocionados, de
inmediato apunto su visión hacia la televisión para ver qué sucedía y su acompañante hizo lo mismo nerviosa.
El equipo japonés tomo posesión de la pelota, ya era el noveno
inning. Corriendo pasaban junto al jugador N°3 europeo que estaba en tercera base y se la lanzaban entre el N°7 y el N°19 asiáticos, el N°19 al llegar a la zona de la tercera base la pasó al de
primera de su equipo, el N°8 japonés, los corredores franceses estaban preparados para robar bases, el de tercera corrió a home, una vez el de primera intentaba correr a segunda sin ser
alcanzado.
Claudine se levantó del sofá de un salto y gritó alegremente
dando saltos
—¡¡ES UNA CARRERA!!— Estaba gritando a todo pulmón. Al terminar
de cantarlo, lo volteo a mirar para reírsele en la cara —¿Viste eso? ¡Eso si es estrategia! — Se burlaba de ella a la vez que daba saltitos y Hikari ondeaba el puño en muestra de emoción.
—¡¡10 a 10 señores y señoras!!— Repitió lo que dijo el
comentarista cuando de repente lo escuchó decir “Fue muy bueno Haru-San pero el ampáyer cantó un out al de tercera, al parecer Graham Marius quién viste la camiseta N°19 francesa estaba fuera de
lugar” y tuvo que callar y escuchar a Karen y Maya reírse de ella.
— Fue un out clarísimo—. Karen reía a carcajadas mientras Maya
le decía a Claudine — ¿Quién ríe de quién? —. No soportaba la risa y lo peor es que terminaron el partido. El ampáyer dio la última señal y sólo Mahiru y Suzu se habían enterado, las demás habían
puesto atención a esa escena riendo sutilmente.
— ¡¡Eso es trampa!!¡Claramente habíamos llegado a home
limpiamente! — Estaba bastante enojada, Hikari también estaba haciendo un puchero molesto y las risas de las demás no le ayudaban mucho —. ¡Nos quitaron el partido! — No le gustaba perder y
aunque no perdió por que el otro equipo fuese superior, hubiera sido superior en el partido, igual se habían llevado la victoria. Se sentó en el sofá con el ceño fruncido, se cruzó de brazos y de
pronto comenzó a reír junto a las demás, contagiando a Hikari, quién sonrió un poco —La ejecución de nuestro juego fue mejor que la de ustedes, eso nos declara ganadores—. No podía dejar que Maya
ganara.
— Definitivamente su ejecución fue majestuosa— Maya reía
ligeramente mirando a Claudine de cerca, porque terminaron sentadas una junto a la otra.
— Te veías tan feliz y fue un Out— Futaba no podía parar de reír
—. No vale, pero te daré la razón esta vez porque te veías graciosísima celebrando —La rubia reía con ella saboreando un poco más esa victoria que aún era vacía pero que tenía un poco de sabor
ahora.
— Aun así, Europa es mejor que Asia— Ya las risas estaban
cesando un poco y ella estaba jadeando, ya habían parado de reír.
— No eso…Si no…Te…Lo acepto— Le contestó entre respiraciones
Junna— No…Es…Verdad—. Ya estaba más relajada, tomando aire después de tanto reír.
— Claro que sí, es mucho mejor que Japón— Rebatió con el ceño
fruncido.
— No Claudine, nosotros tenemos el Torre de Tokio— Le apuntó
Karen, agregando eso a su punto.
— Y nosotros la tour Eiffel — Le volvió a contradecir Claudine
poniendo eso a su punto.
— Nosotros tenemos El Templo Sensoji — Le contestó Maya con una
sonrisa de lado. Orgulloso de su país natal.
— Y nosotros teatro Royal Opera House— Le respondió Hikari con
los brazos cruzados.
— Touché— Le señaló Maya con el dedo en muestra de que ganó el
debate.
— ¡Hey! — Gritó la Suzu desde el otro lado de la pantalla —.
¿Qué pasa? ¿A caso Saijo-San y Kagura-San no son japonesas también? —. Les dijo a la vez que intentaba animar el ambiente. Recién se enteraba de lo rápido que pasaban esas chicas de Seishou de
estar riendo juntas a tener un campo de batalla.
— ¡Oui! — Gritó la única francesa, que estaba presente, como
diciendo “Es cierto”.
— Yes— Susurró Hikari con su característica seriedad y un
asentimiento.
— Veíamos un partido de béisbol, creí que nos estábamos
divirtiendo en grupo— Les dijo Mahiru con una sonrisa.
— ¿Y quién ganó? — Preguntó Suzu con una sonrisa, desde el otro
lado del computador.
— ¡Japón! — Dijeron todas a coro para echarse reír, provocando
que Mahiru se sintiera como si estuviera en casa, una pequeña sonrisa se formó en su rostro mientras, mentalmente le agradecía a Suzu-Chan por haber sabido aligerar el ambiente. Habían ganado y
estaba feliz por ello. Pero no habría podido jamás disfrutar tanto el partido sin la compañía de sus amigas.
Maya, como acto de paz, tomó la mano de Claudine que estaba sentada junto a ella y le sonrió ligeramente, lo
que provocó un sonrojo en la rubia, eso era suficiente para que la castaña supiera que no estaba decepcionada por haber perdido. Las demás chicas empezaron a festejar con bebidas preparadas por
Nana y discutir los resultados del partido. Nana junto a Kaoruko y Junna le preguntaban a Hikari si había ido a algún teatro en Inglaterra, principalmente el mencionado, Futaba, Karen, Suzu y
Mahiru mantenían una conversación sobre los próximos partidos de béisbol que faltaban y qué tan cerca estaba Japón de obtener la corona en el clásico mundial de béisbol, además de jugadas que
tuvieron en mano y no supieron aplicar. Mahiru se sentía como en casa; cuando veía un partido con su familia y sus hermanos se emocionaban al igual que Futaba y Suzu, o hasta Karen que no sabía
casi nada, pero intentaba participar. Estaba agradecida con todas por haberla acompañado esa mañana.
—Estoy en casa— Soltó en un susurro colocando las manos sobre su
corazón, emocionada.
Suzu alcanzó a oírla y no pudo evitar responderle, aprovechando
que Futaba y Karen estaban demasiado concentradas en su conversación.
— Bienvenida— Mahiru alcanzó a escucharla y solo
pudo sonreírle en agradecimiento antes de sumarse a la discusión que mantenían las otras dos chicas.