Quinto día del viaje, acababan de volver de visitar algunos templos con Kaoruko y Tamao, a causa de que la pelirroja había vuelto a salir temprano y no había regresado a casa desde entonces...
Aquel mes habían planeado viajar a Kioto todas juntas. En realidad era un viaje que solían hacer una vez al año desde que Kaoruko y Futaba se mudaron, por lo que liberaban sus agendas con anticipación para irse dos semanas. Para tratar de hacerlo más barato y cómodo, dividían los gastos, alquilaban un auto más grande y le pedían a Nana que las llevase a Kioto...
El lunes se hizo presente aquella mañana con un sol espléndido, y como no tenían que llegar hasta después del mediodía al teatro, Koharu estaba en la biblioteca leyendo libros de romance. Había quedado en encontrarse con Maya ahí, ella al parecer no trabajaba ese día, y le parecía excelente, podría prepararse mentalmente para ver a Hisame esa tarde y continuar con sus movimientos...
Hisame había estado encontrándose con Nana aquel mes para ayudarse mutuamente. Nana quería proponerle matrimonio a Junna y ella hacer que Koharu se le confesara. Sonaba absurdo si lo pensaba en voz alta, y tampoco se lo comentó a Nana porque sabía que era estúpido...
Nana conducía por la ciudad aquella mañana fría, parecía que el clima ese día había hecho lo que quería. El pronóstico jamás avisó tanta lluvia.
Colocando su rostro sobre el volante soltó un suspiro pesado al verse en un embotellamiento que casi que no se movía...
La tarde siguiente, en otro lugar de Tokio, en la residencia de los Otonashi se encontraba una chica de ojos dorados acostada en el sofá de la casa aburrida, ni siquiera el televisor lograba distraerla...
Estaba cansada caminando de regreso a su departamento. Había ido a unas tres audiciones ese día. Se sentía agotada, agobiada, en los últimos meses había estado viviendo de lo que lograba ganar en el café donde trabajaba a medio tiempo...
La mañana para Karen pasó un poco rápido, siguió su rutina con Anne hasta que llegó al departamento en la mañana y necesitó tomar una siesta por lo poco que durmió la noche anterior, al despertar le escribió a Junna preguntándole si podía ir a su departamento, ella no se negó por lo que fue acompañada de su cachorra, y ahí estaban, sentadas en el sofá de Junna hablando con ella, mientras Anne dormía en la alfombra...
Karen despertó esa mañana sintiéndose triste, caminó a la cocina e hizo el desayuno, Hikari continuaba en la cama con Anne, su perrita, ambas dormidas aún, lo cual le había causado ternura al levantarse, pero eso se veía opacado por el pensamiento de que ella se iría y no podría verla antes de eso, sus recuerdos presionaron en su mente a aquella tarde hacía un mes atrás cuando le dijo que se iría...